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¿Qué es la RESILIENCIA?

El concepto de resiliencia proviene originalmente de las ciencias físicas.  Se refiere a la capacidad de un material para recobrar su forma original después de haber estado sometido a altas presiones y resistir a un choque imprevisto sin quebrarse.  Su vocablo es un anglicismo. La lengua inglesa adoptó del latín su raíz primaria y le dio el nombre de “resilience” o “resiliency”.  En el idioma latín, proviene del término resilio que significa volver atrás, volver de un salto, reincorporarse, resaltar, rebotar.

Este concepto fue adaptado a las ciencias sociales para caracterizar aquellas personas que, a pesar de nacer y vivir en circunstancias de alto riesgo, se desarrollan psicológicamente sanos y exitosos (Rutter, 1993).  Aunque no existe una definición universalmente aceptada para la resiliencia, algunas de las más utilizadas son:

  • Habilidad para surgir de la adversidad, adaptarse, recuperarse y acceder a una vida significativa y productiva. (ICCB, 1994)
  • Combinación de factores que permiten a un ser humano afrontar  y superar  los problemas y adversidades de la vida. (Suárez, 1995)
  • Capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas y ser transformado positivamente por ellas. (Grothberg, 1996).
  • Es la capacidad humana para transformarse y cambiar.  Se alimenta enfocándose más en sus fortalezas que en las deficiencias. (Bernard, 1996)
  • Es el proceso de adaptarse bien ante la adversidad, trauma, tragedia, amenazas o aún ante fuentes significativas de estrés tales como problemas de familia y relaciones y problemas serios de salud o diferentes tipos de estresores. (Mental Health  Association).
  • Es más que resistir , es aprender a vivir. (Cyrulnik, 2001)

Se ha identificado a la escuela, después de la familia, como el lugar propicio para promover y desarrollar la resiliencia; proveyendo, de esta manera, esperanza y fuerzas nuevas a una sociedad compleja y desalentada por sus múltiples factores de riesgo y continuas adversidades.  La familia debe ser el lugar donde fomentar en los(as) niños(as) esas capacidades, habilidades, combinación de factores y procesos que los ayuden a enfrentar los infortunios y problemas de la vida.  Desgraciadamente, muchas familias no pueden ofrecer a sus hijos(as) lo que no han recibido; por esto, la escuela es la única fuente probable de resiliencia para muchos.

Promover los factores de resiliencia en las escuelas, ayuda a los(as) estudiantes a desarrollar su capacidad para recuperarse, sobreponerse y adaptarse con éxito a adversidades como: ambiente familiar disfuncional, problemas de drogas o alcohol, problemas socioeconómicos, desastres naturales, entre otros. También, los(as) fortalece para desarrollar competencias sociales, académicas y vocacionales pese a estar expuestos(as) a diversos riesgos y a las tensiones inherentes a la vida.

Según múltiples investigaciones, para mitigar los factores de riesgo y desarrollar un ambiente de resiliencia, las escuelas deben conformar estrategias para seguir los siguientes pasos (Henderson, N. & Milstein M., 2003):

Pasos para:
  • Mitigar el riesgo
    • Enriquecer los vínculos
    • Fijar límites claros y firmes.
    • Enseñar habilidades para la vida.
  • Construir resiliencia
    • Brindar afecto y apoyo.
    • Establecer y transmitir expectativas elevadas.
    • Brindar oportunidades de participación significativa

La teoría está confirmada, nos toca ponerla en función, ¡ahora!


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  • María Vélez Muriel en

    Éxito…a levantarnos con más fuerzas ante la lección qué recibimos después de esta Pandemia…Ser mejores personas!
    ¡Gracias por el artículo…es uno de mucho aprendizaje!


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